No obstante, su estética no depende solamente del propio material del suelo, sino también de los accesorios de acabado. Aparte de los rodapiés, debemos elegir los llamados perfiles de transición. Estos elementos sirven para unir distintos revestimientos de suelos, por ejemplo las baldosas con la tarima. ¿Cómo elegir perfiles de transición? ¿Es necesario su uso en todos los suelos?
Corcho y silicona: ¡va a ser que no!
En el caso de los suelos flotantes, debemos mantener juntas de expansión. Se trata de unos espacios vacíos entre la pared y el suelo o entre los distintos materiales de acabado. En todos los tipos de suelo laminado y gran parte de las tarimas vinílicas, la junta de expansión se debe ejecutar también en las puertas y todos los espacios de transición entre las distintas habitaciones. Esto permitirá al suelo trabajar y moverse libremente. En el caso de los suelos laminados o de vinilo de clic instalados, debemos evitar conexiones entre los materiales de acabado hechas de silicona o corcho. La unión de la tarima con una baldosa hecha con estos materiales quedará rígida y no permitirá a la tarima trasladar esfuerzos ni vibraciones. Esto, a su vez, puede resultar en el abultamiento, la desunión de la tecnología de bloqueo y, finalmente, la destrucción de todo el suelo. Si se utiliza ese material, tampoco podremos hacer uso de la garantía. Esto es porque los fabricantes de tarimas no admiten el uso de corcho líquido y silicona para las juntas de expansión en las puertas.
¿Son necesarios los perfiles de transición?
Los perfiles de transición se suelen emplear sobre todo para cubrir la junta de expansión entre las habitaciones, escaleras o puertas del balcón. A la hora de instalar la tarima, se deja un hueco en estos espacios para que el suelo pueda «trabajar» sin sufrir daños o desconectar las distintas tablas de la tarima. Un perfil de transición es ideal para embellecer este espacio poco estético que queda entre el suelo y, por ejemplo, la puerta del balcón. Un perfil bien adaptado cubrirá todas las imperfecciones haciendo que la habitación quede muy bonita. El ancho de los espacios de expansión depende, por un lado, del material del propio suelo, y por el otro, de las habilidades del profesional. No obstante, en el caso de las tarimas vinílicas de núcleo mineral, no se tienen que ejecutar juntas de expansión separadas entre las habitaciones, como sería el caso de los demás suelos de vinilo y laminados. El perfil de transición se debe emplear con cada cambio del material de acabado del suelo, así como junto a las ventanas y puertas del balcón.
Tipos de perfiles de transición
Existen varios tipos de perfiles de transición. Para elegirlos, debemos saber qué problema queremos solucionar.
Diferencia de nivel entre los elementos a unir
A veces, al unir dos habitaciones, nos encontramos con que hay una gran diferencia de nivel si, por ejemplo, en una de las habitaciones el suelo se ha colocado por encima de uno ya existente. No hay problema. Basta con medir la diferencia y elegir el perfil adecuado. La diferencia de nivel más habitual suele ser de 3 a 5 mm: es el caso de la unión de suelos laminados (8 mm + 2-4 mm de base aislante) con baldosas (8-10 mm + 2-3 mm de adhesivo). En esa situación, lo mejor es elegir el perfil CS30 o PRO26. Si la diferencia de nivel es mucho más grande, mejor elegir el perfil CS37. Este perfil cubrirá una diferencia incluso de 17 mm.
Junta de expansión ancha
Al instalar el suelo, intentamos que la junta de expansión sea de 10-15 mm, pero no siempre se puede conseguir, especialmente si la instalación no la hacen profesionales. ¿Qué hacer si la junta de expansión nos ha quedado mucho más ancha de lo recomendado? Basta con emplear un perfil ancho. El perfil más amplio tipo PRO10 cubrirá hasta 72 mm de espacio vacío.
El reto del balcón
Cada vez más, las viviendas de nueva construcción incluyen amplias ventanas en los balcones que se extienden desde el suelo hasta el techo. Estas ventanas dejan entrar mucha luz y quedan muy bonitas, pero suponen un problema en el acabado del suelo en ese lugar. ¿Cómo cubrir ese hueco poco estético que queda entre la ventana y el suelo? Elegimos perfiles de remate, por ejemplo del modelo PRO20, el modelo universal PRO L. En este caso, también podemos elegir un perfil ajustado al color de la tarima o de la ventana: el CS25. Estos mismos perfiles también se pueden utilizar si la habitación cuenta con baldosas, cuando no queremos instalar un rodapié en la pared.
Donde empiezan las escaleras
Podemos utilizar el perfil exterior PS2 o PS8. Este se emplea más bien con escaleras exteriores, por ejemplo, las que conducen al sótano. Se ofrecen también perfiles de la serie PROS indicados para tarimas vinílicas de clic. Esto nos permite darle a las escaleras un aspecto estético y ahorrar gastos al poder revestir las escaleras con la misma tarima de vinilo que se ha utilizado en todas las habitaciones.
Varios problemas, una solución
Si tenemos varios problemas en la vivienda o no sabemos exactamente lo que vamos a necesitar, es bueno elegir los perfiles de transición de la línea Color System (CS). Son cuatro de las formas más comunes de perfiles de suelos, ofrecidas en 34 colores ajustados a los suelos y rodapiés más populares de Arbiton. Se trata de unos perfiles comunes ideales para toda situación compleja. Son unos perfiles tipo 5en1. Solucionan los problemas de diferencia de nivel, acabado, longitud, etc. Además, incorporan una barrera antihumedad, por lo que se pueden emplear junto a las puertas de balcones o cuartos de baño.
¿Cómo elegir los perfiles de transición para que queden bonitos?
En principio, debemos elegir unos perfiles adaptados a un suelo determinado. El primer criterio a tener en cuenta es el color. Si elegimos perfiles de transición del color del suelo que reflejen la estructura y el diseño de la madera, debemos aprovechar las soluciones ofrecidas por el fabricante de la tarima. Esto garantizará un ajuste perfecto del perfil y del suelo. Entre las propuestas universales tenemos el color tradicional anodizado, plateado, de titanio o dorado, este último algo menos popular hoy en día. Una alternativa muy interesante es el llamado acero cepillado cuyo color se parece a la variante anodizada, pero la textura es resistente a los arañazos y asegura una mayor durabilidad.
¿Cómo instalar correctamente los perfiles de transición?
El perfil de transición se puede instalar con tacos, adhesivos o carriles de montaje. La instalación de los perfiles de transición con adhesivo es una solución muy interesante, especialmente con la calefacción por suelo radiante. Esto nos garantiza que los tubos del sistema de calefacción no sufran daños durante el montaje. Normalmente, el adhesivo está integrado en el perfil, lo que garantiza una protección adicional contra la humedad y protege la junta de expansión contra la penetración de suciedad, arena o polvo. La instalación con adhesivo no requiere taladros y es muy cómoda. No obstante, cabe recordar que un perfil de transición instalado de esta manera vuelve a ser un elemento fijo del diseño del interior. Si en algún momento vamos a volver a pintar el espacio, es necesario asegurar que el perfil está bien protegido durante las obras.
La instalación con tacos se puede realizar de varias maneras. La más tradicional implica el uso de tacos instalados desde el exterior. Es una solución segura, pero poco estética. Se puede emplear más bien en espacios técnicos, donde el aspecto visual no sea tan relevante. El perfil de transición también se puede instalar con tacos desde el interior. Este modo es mucho más estético, pero debe colocarlo por un instalador más experimentado. El tercer modo de instalación sobre el llamado carril consiste en instalar primero un elemento estructural en el suelo y luego insertar el perfil de transición. Al fresar el lado interior, garantizamos que el perfil se quede unido al carril. La fijación queda invisible y es muy duradera. Asimismo, permite desmontar el perfil rápidamente en caso de necesidad. Es ideal para unir un suelo duro con otro blando, por ejemplo una tarima de vinilo con una moqueta (perfiles de transición PRODUO).
Así pues, ¿en qué hay que fijarse al elegir el perfil de transición?
Debemos pensar sobre todo en el problema que queremos solucionar con el perfil de transición. Es mejor elegir soluciones específicas que nos resuelvan problemas concretos.